(Rodriguez,2023)
b) Diferencia entre política criminal y
política general
La
política criminal es una de las diciplinas que se fundamenta en valores
jurídicos y sociales orientadas principalmente a la prevención del delito, sus
funciones son todas aquellas que van a ayudar a comprender el actuar criminal y
prevenirlo, esta diciplina se apoya de los conocimientos criminológicos para
realizar estudios científicos sobre el fenómeno criminológico con el fin para
su anticiparse a la prevención.
Una de
sus funciones esenciales de la política criminal es definir el tratamiento de
los cuidados para los imputados que cometen los actos delictivos, no es solo el
castigo que se le debe de dar al delincuente, que atentan contra las normas en
general de la convivencia social, que ponen en peligro a la seguridad y
bienestar de la sociedad o causan algún daño la vida del ser humano, en este
sentido, la protección de la vida es la esencia principal de la política criminal.
Es una
disciplina que va en punto de intermedio entre la ciencia y la política, es una
ciencia en el conocimiento imparcial del acto criminal en sus formas de
aparición legal y empíricas, también pretende, como clase política llevar en
concreto ideas o intereses definidos.
Su método a desarrollarse es
en el contorno de trabajo es teórico y su plano de incidencia práctica, en el
ámbito social, toma una particular posición de intermedio entre la ciencia y
proporción social.
La
manifestación principal de política criminal es la intervención del estado a
través del poder público, en relación con los actos criminológicos aplicando un
conjunto de conocimiento principios y estrategias que permiten prevenir y
disminuir los delitos. La política criminal toma las bases a partir de los conocimientos
y técnicas y estrategias dados por su criminología para prevenir y combatir los
actos delictivos.
La
política General Es el conjunto sistemático de decisiones,
planes y acciones que un Estado adopta con el objetivo salvaguardar el
bienestar de colectivo, garantizar la seguridad ciudadana y fortalecer el
estado de derecho, estas decisiones deben
de articularse los cambios con la
estructura social y económica, así como ir de la mano con reformas penitenciarias alineadas del ámbito de la Justicia Penal tanto a nivel nacional como internacional.
La
política General según la teoría planteada por López – Rey se constituye como
el conjunto los elementos esenciales orientados al desarrollo social, fundamentados en los derechos irrenunciable de
la libertad, igualdad y seguridad este se refiere a los objetivos del desarrollo
social.” las políticas públicas son instrumentos del Estado, que le
sirven para adoptar las mejores decisiones, para la resolución de conflictos
socialmente problematizados y tienen como objetivo, acercar el apoyo científico
a las actividades de gobernar ,”(Juárez, Medina, s.f.p.8). Estos derechos configuran las bases sobre cual
se articula cualquier proceso de desarrollo en la sociedad.
En este sentido la política general se
correlaciona con el desarrollo de códigos penales y practica en materia penal. Esta
función es una tarea de carácter sociopolítica, que requiriendo la participación
programas de prevención de la criminalidad, diseñados y desarrollo por profesionales
capacitados. Dichos programas deben contemplar los múltiples
aspectos que inciden en la relación mutua con el desarrollo social y la evolución
criminal.
De acuerdo las directrices establecidas por la
Organización Internacional (ONU). Los Estados están llamados a establecer sistemas
de justicia penal, considerando los factores políticos, económicos, culturales
y sociales. Estos sistemas deben fundamentarse en los principios solidos de la justicia social, promoviendo no solo la sanción,
sino la prevención, rehabilitación, reinserción social de las personas
infractoras.
La
política general, desde una perspectiva integral, abarca la criminología como
disciplina clave para la formulación de reforma de política criminales y judiciales.
Toda reforma de este ámbito debe de
estar sustentada en criterio uniformes, sistemáticos y racionales. Que se
articulen dentro de las estrategias generales adoptadas por el poder público. Estas
estrategias deben de estar orientadas a enfrentan el fenómeno del delito, de manera
justa y efectiva.
¿Qué beneficios presenta una Política Criminal
bien planteada y dirigida?
La
política criminal bien estructurada no solo actúa como instrumentó de control
social frente fenómeno delictivo, sino que también actúa como una herramienta
para garantizar el orden social, proteger los derechos fundamentales y
fortalecer el Estado de derecho. Esta incorpora medidas de prevención,
educativas, sociales, restaurativas que abarca la criminalidad de manera integral.
En esencia la política criminal está orientada resguardar y establecer el bienestar
social.
Una política criminal bien organizada permite
identificar las cusas del delito en una sociedad y anticipar la prevención. Una
política claramente definida suministra estrategias para prevenir el delito
en sus realidades, otorgando valor a la acción política marcando una equidad real
entre el poder y los derechos fundamentales del ciudadano. En cambio, si la política
criminal es débil, no podrá atender los factores que incitan a las conductas
delictivas.
La política
criminal efectiva no actúa de manera aislada, sino se integra con las otras
políticas, como la pública, ya que estas constituyen son instrumento del Estado,
que permite tomar mejores decisiones para la solución de problemas social. Además,
aportan apoyo científico y técnico que fortalece el poder público y optimiza
recursos del Estado.
En un Estado
social y democrático de derecho, el proceso penal este sujeto a los principios
constitucionales, reconociendo las garantías y derechos humanos de los
ciudadanos. Este proceso debe de garantizar el respeto al derecho, la seguridad,
la justicia, la equidad y el bien común. Proviniendo así el abuso de poder.
La correcta formulación de políticas
criminales permite optimizar el uso de los recursos del sistema penal, priorizando
los casos que verdaderamente afectan la paz social. Así mismo promueve la aplicando
mecanismos alternativos como la justicia restaurativa, mediación penal, penas
no privativas de libertad, en situaciones de menor lesividad. Ello contribuye a
reducir la sobrecarga judicial y el hacinamiento carcelario.
La
política criminal bien organizada, no pretende exterminar la delincuencia, pero sin duda, establecerá programas que incluyan eficaces de evaluación, control,
con trasparencia, instrumentos estrategias, y planes que funcionen y permitan hacerles
frente a los márgenes de los crimines.
Esto
brindaran múltiples beneficios para la sociedad, “e incluso deberá reducir los
gastos que se realizan en la actualidad, con programas, instrumentos,
estrategias y objetivos alternativos que no reflejan un beneficio social e
incrementan la asignación de recursos en el presupuesto sin justificación.” (Juárez,
Medina, s.f., p.40). El estado no solo enfoca en la prevención del delito, sino que también
se encarga de investigar y de evaluar los programas, los cuales ayudan a la
toma de decisiones.
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